Uno de los restos históricos que más interés despiertan en nuestro país son los de la desaparecida ciudad de Numancia, cuya leyenda ha perdurado en el tiempo a pesar del correr de los siglos. Este mito, más bien realidad, pues así lo describen los distintos historiadores de todas las épocas, sobre un pueblo que no quiere sucumbir al imperialismo de Roma, hace casi 2000 años, capaces de sacrificarse hasta su total desaparición, ha sido la base fundamental de todas las resistencias, ideológicas o militares en toda la Península Ibérica y también fuera de ella. Cuando decimos mito o leyenda, es más por ensalzar la figura de sus desconocidos protagonistas, para darles el título de “legendarios”, pues debió ser muy sonada la gesta cuando todavía rebotan sus ecos en pleno tercer milenio. El dicho «resistencia numantina» es conocido universalmente.
Numancia se encuentra en el Término Municipal de Garray, en la provincia de Soria y a unos 7 km. de esta capital. En la época de su máxima actividad, que fue durante el siglo II a. de C. toda esa gran zona del Alto Duero estaba dominada por la cultura celtíbera. Se sabe que los romanos presionaban incansablemente desde todos los puntos cardinales y dicha presión obligaba al refugio de numerosas familias celtíberas a concentrarse en el área urbana de la ciudad, en el Cerro de la Muela, hasta que en el año 133 a. de C., el asedio terminó con la destrucción absoluta de la plaza numantina y de los que no quisieron la rendición, según la tradición, toda su población.
Ni la situación de ventaja, ni sus murallas, ni los mejores guerreros celtíberos de la época, los arévacos, reunidos para la batalla, consiguieron sobrevivir a las legiones de Escipión Emiliano. No hay que olvidar que 20 años atrás, en el 153 a. de C., derrotaron a un ejército romano de 30.000 soldados y que sólo tras la derrota en Numancia se consideró la zona como romanizada, así que se puede imaginar el impresionante despliegue bélico en esta última batalla. Más detalles sobre la mítica batalla los podemos encontrar en el relato de Apiano, artífice de la fama universal posterior.
En la actualidad, se sigue excavando en una gran área, donde poco a poco aparecen objetos y se trasladan a las antiguas escuelas de Garray, en su Aula Arqueológica, donde podemos encontrar una excelente colección celtíbera y romana. Para los alojamientos, podemos dirigirnos a Soria, donde disponen de hoteles y albergues, pero también hay en la zona hoteles rurales, bien situados para visitar Numancia y el resto de Patrimonio tan interesante de la región.
Toni Ferrando.