La historia de los moteros y moteras españoles está muy ligad a la de Castilla y León, en concreto a la de Valladolid. En el año 1982 se celebró la primera concentración invernal de entusiastas del motor y amantes de las motos, que se autodenominaron “Pingüinos” debido a las bajas temperaturas que tuvieron que soportar dados los rigores del clima en los inviernos de la región.
Tan solo trescientos veinte participantes acudieron a este encuentro que se celebró en Herrera de Duero. Sin embargo, el ánimo y la afición por las motos ha hecho que los pingüinos sigan llegando cada invierno a Valladolid.
Aunque la localización del encuentro ha ido variando desde Herrera de Duero, pasando por Fuensaldaña, Tordesillas, Boecillo, Simancas y Puente Duero, junto al río Duero, que es la sede en Valladolid y una de las que más moteros ha visto reunidos: más de veinticinco mil, que sin embargo no superan todavía el récord de veintinueve mil que se estableció en Simancas en el año 2008.