Este municipio y ciudad está ubicado en el centro de la provincia de León, a 48 km de la capital. El encanto medieval de Astorga reside en la arquitectura de toda la ciudad, desde las calles hasta los edificios. Sus inicios datan del siglo I aC, donde se estableció como campamento romano y al poco tiempo asumió el rol de asentamiento civil. Tras esta época, tuvo un auge eclesiástico en el siglo XI por el Camino de Santiago, donde su principal riqueza era el oro que conseguían de las minas. Más adelante, tras la invasión de Francia, Astorga fue una de las primeras ciudades en amotinarse.
A mediados del siglo XIX vivió una gran industrialización que hizo que se asentara gran parte de la población y se convirtiera en un lugar de interés turístico. La obra arquitectónica más valorada es el Palacio Arzobispal. Una impresionante edificación perteneciente al neogótico que ideó Gaudí donde se pueden observar grandes influencias medievales. El ayuntamiento también es un punto importante para el turismo, situado en la plaza mayor con numerosos bares y tabernas alrededor, con lo que el ambiente es excepcional.
El museo del chocolate es digno de visitar, para poder aprender su proceso de elaboración y donde al final de la visita puedes probarlo en la cata organizada por el museo. Es también para imprescindible el restaurante Las Termas, donde el trato es muy amable y la comida tradicional. Lo más demandado es el cocido de maragato, típico de la zona. Para pasar la noche, recomendamos el hotel Casa de Tepa. Un lugar donde se asentaba la nobleza muy cercano a la catedral de estilo antiguo, acorde con la arquitectura de la ciudad.