La Comunidad de Castilla y León cuenta con tres ciudades que catalogadas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad: Salamanca, Ávila y Segovia son tres ciudades cuyo interés va mucho más allá que la simple curiosidad turística, son un legado de épocas pasadas de gran importancia para nuestra cultura, y sus Conjuntos Histórico Artísticos poseen además una gran belleza.
Salamanca es una gran ciudad monumental bañada por el río Tormes que, entre otras cosas, cuenta con la Universidad más antigua de España y una de las más antiguas del mundo. Su Plaza Mayor es un ejemplo perfecto de la arquitectura castellana y ha servido como marco e inspiración a obras de cineastas, pintores y literatos. Es una ciudad culta y cosmopolita, con mucho ambiente universitario internacional y su modernidad encaja perfectamente con la sensación atemporal que produce pasear por sus calles cuajadas de riqueza patrimonial, pues no en vano es la capital del plateresco español más rico.
Ávila es una de las ciudades más antiguas de la comunidad castellana, famosa por su muralla, culturas anteriores y posteriores a los romanos han dejado su huella en su riqueza monumental y patrimonial. Es una ciudad orgullosa que invita al paseo y conjuga a la perfección las piedras milenarias con la contemporaneidad y son numerosas las huellas de las distintas corrientes artísticas en la arquitectura de sus calles, como su catedral que está considerada la primera edificación gótica de España, aunque son muchos los ejemplos de arquitectura civil plasmados en casonas y palacetes.
Segovia es famosa mundialmente por el magnífico acueducto romano, obra cumbre de la ingeniería romana, también posee uno de los más impresionantes conjuntos románicos de toda España. A pesar de los siglos ha mantenido intacta la estructura medieval de su centro histórico, y sus murallas, torreones, plazas y edificios monumentales son una delicia para el viajero curioso: el Mirador de la Canaleja, la Casa de los Picos, el Palacio de los del Río, el Palacio de los Torreagero, el Palacio del Conde de Alpuente y el edificio de La Alhóndiga son sólo algunos de los tesoros guardados en las calles de Segovia.
Marga G.-Chas Ocaña