Además de formar parte de la conocidísima Ruta del Cid, en la Colegiata de San Cosme y san Damián pueden visitarse los restos mortales del conde Ferrán González y de Urraca, su hija. Una vista atrás a los comienzos del Reino de Castilla.
La villa de Covarrubias cuenta con una consistente oferta de restaurantes, donde degustar algunos guisos de cuchara imprescindibles o un buen cordero lechal al horno. También se puede elegir entre diferentes hoteles con precios variados que van desde los poco más de cincuenta euros por noche que cuesta alojarse en Doña Sancha.
No podemos olvidarnos de acercarnos a admirar la tan bien conservada muralla que rodea la población parcialmente. Y si programamos nuestra visita en julio, además de poder disfrutar de las extraordinarias cerezas de la zona, también tendremos ocasión de dar una vuelta por el mercado medieval que cada año se instala en la ciudad transformando el ambiente en el de una villa de otros tiempos.
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