La Catedral de San Antolín es el edificio principal del centro urbano de la ciudad de Palencia. Su conjunto catedralicio es el resultado de numerosas transformaciones y ampliaciones que a lo largo de los siglos, durante más de mil años, ha dejado un complejo atípico y único, de lo más interesante tanto para su visita como para el estudio de numerosas materias históricas.
Está situada en el centro del casco histórico y está rodeada por las plazas de la Inmaculada al oeste, Cervantes al norte y San Antolín al este. Consta de la Iglesia Catedral, de tres naves y dos cruceros con sus capillas y recapillas a sus laterales, la girola absidal, la sacristía mayor, la torre, el claustro, el archivo y numerosas dependencias adosadas dispuestas a cumplir variados servicios.
La Catedral de Palencia fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1929, dato que nos dice mucho sobre el gran interés que desde antiguo se tiene por preservarla, en unos años donde pocos monumentos se protegían por Real Decreto. Está emplazada sobre un solar donde se erigía un templo paleocristiano, aunque los restos más antiguos están ubicados en el fondo de la cripta de San Antolín, de origen visigodo de mitad del siglo VII, construido con y sobre restos romanos.
La llamada también “Bella Desconocida”, conserva algunas ornamentaciones del estilo románico, como el sepulcro de Doña Urraca, esculturas de piedra policromada y la mesa del altar del Sagrario, que se apoya sobre columnas con capiteles. La reja de esta sección también es románica. Como catedral gótica abarca un periodo comprendido entre los años 1.321 a 1.516. En tres fases importantes de ampliaciones, es quizás su momento de máximo esplendor y nos lega lo más interesante para el conocimiento arquitectónico de Castilla y León y del centro de la Península por extensión. A partir de mediados del siglo XVI, las labores se han centrado en la restauración y embellecimiento sin prisa pero sin pausa. Hace tan sólo dos meses, en febrero del 2014, se han instalado un complejo equipo de sensores que controlan la humedad, temperatura, presencia de insectos y sustancias nocivas, etc.
Esta magnífica Catedral posee una arquitectura poco corriente, aunque exteriormente parezca algo austera, donde no serían suficientes ni dos volúmenes para describirla, por eso es extraño que no se encuentre entre las “maravillas de España” y se visite como merece cualquier monumento extraordinario de Europa. Sólo la gárgola que se instaló en el siglo XIX, en honor a un amigo del arquitecto Jerónimo Arroyo (amigo fallecido mientras realizaba fotos de la Catedral), ya resulta de lo más interesante, pues se dice que si se pide un deseo bajo ella, se realiza.
Toni Ferrando.