Rigor y sobriedad concentran multitudes en las procesiones de Valladolid, León, Salamanca, Palencia, Ávila, Zamora, Soria, Segovia y Burgos. Castilla y León es una de las comunidades autónomas con mayor tradición en la Semana Santa y como la experiencia es un grado, merece de verdad la pena acercarse a presenciar este acontecimiento.
Si por ejemplo, como destino para pasar vuestra Semana Santa elegís Valladolid, podréis disfrutar de algunas de las tallas policromadas con mayor valor del mundo, obra de imagineros de la talla de Juan de Juni o Gregorio Fernández.
En Salamanca os sorprenderán las procesiones de la mañana del domingo de Ramos, donde los cofrades, los laureles y las pipas que la gente come mientras ven pasar a sus cofradías preferidas, pueblan las calles del recorrido.
En Zamora, la Semana Santa fue declarada de interés turístico internacional en el año ochenta y seis, y desde entonces hasta hoy es curioso observar cómo ha evolucionado discretamente, sabiendo conservar sus elementos más intrínsecos.
A las doce de la noche del Jueves Santo tiene lugar en León uno de los actos más celebrados y retratados de su Semana Santa, se conoce como La Ronda y es el preludio que sirve como llamada para que los ciudadanos acudan al día siguiente a la procesión de los Pasos.
Cada ciudad, cada pueblo castellano tiene sus costumbres, ritos y tradiciones ligados a la Semana Santa y si todavía no los conocéis todos, ¿por qué no planear una escapada de Semana Santa este año para visitarlos?