La ciudad de Toro es un pequeño núcleo de población que alberga a 9750 habitantes, en la provincia de Zamora. Está situada en la ribera del río Duero, dominándolo desde una altura que ronda los 100 m. sobre el nivel del mar, resultando desde su mirador de El Espolón, una de las vistas panorámicas más interesantes de la vega. Ya en plena ciudad, observamos la riqueza y señorío de su Patrimonio arquitectónico y artístico, con sus bellas iglesias, palacios y monasterios, pudiendo disfrutar de su buena gastronomía y un vino más que famoso en España y en el resto del mundo.
Los restos arqueológicos hallados nos hablan de que la zona estaba poblada, al menos, desde finales de la Edad del Hierro. La figura más espectacular que se conserva de dicha época es el verraco de piedra y que se atribuye a la cultura vaccea. Se tiene referencia histórica de Toro ya en el siglo IX, como importante punto estratégico del Reino de León. En estas épocas romotas, el vino de Toro era sobradamente famoso y apreciado. Durante los siglos siguientes a la repoblación del siglo X, la ciudad conocería una magnífica etapa económica, así se reflejó en la edificación de casas señoriales, monumentos civiles y militares de belleza extraordinaria.
Las Fiestas Patronales más significativas son las de San Agustín, una Feria que Alfonso XI, criado en la ciudad, otorga en 1326 para que se celebre durante 15 días a partir de la fecha de La Virgen de Agosto y que, por razones laborales, se celebran el 24 de agosto a partir del siglo XVII. Durante la misma tienen lugar espectáculos culturales, musicales, deportivos, taurinos y gastronómicos, presentados en el famoso evento de la “Fuente del Vino”. Otro acontecimiento muy esperado es la Coronación de la Reina de las Fiestas.
El Carnaval, la Vendimia, la Romería del Cristo de las Batallas, la Virgen del Canto y la Semana Santa, son otras tradiciones y fiestas muy celebradas. El rico Patrimonio, además de una tradición taurina más que centenaria (al menos 500 años), animó a esta ciudad para optar a su reconocimiento por la UNESCO, aspiración que surgió del Pleno del Ayuntamiento de Toro desde el 2006 y que en el 2011 solicitarían de nuevo pata que se considerase a esta magnífica ciudad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Creo que la solicitud, tanto como bien Material, monumental, como el Inmaterial, debería de constar perfectamente en las vitrinas de la bella Casa Consistorial.
Toni Ferrando.