Lerma es uno de los pueblos que más visitados y una de las escapadas preferidas entre los madrileños que planifican una visita a Burgos.
Hablamos de un lugar con una tremenda riqueza patrimonial y gastronómica. No te puedes ir de Lerma sin probar su cordero asado, su plato estrella.
Ubicada a orillas del río Arlanza se ha ido convirtiendo con el paso de los años en un cruce de caminos. A principios del siglo XVII el desarrollo patrimonial que se produjo en Lerma fue de grandes dimensiones, coincidiendo con la época del Duque de Lerma. Por aquel entonces era habitual ver por estos lares a personalidades y artistas reconocidos, también se realizaban fiestas homenajeando a los Reyes de España.
El centro neurálgico e histórico de Lerma se ubica sobre una colina conservando restos medievales, como la antigua plaza de la Villa y la principal entrada por la que era su muralla en aquella época. El puente medieval también llama demasiado la atención junto a la Ermita del Humilladero que la única que se mantiene en pie de la época del Duque de Lerma.
Aunque si algo resalta por encima de todo en Lerma, es su plaza mayor con sus grandes dimensiones. Pero el eje central de la actual Lerma es el que parte de su enorme plaza Mayor. Es una de las más grandes de toda España.
Llamativo, sin dudas, es también el Palacio Ducal, reconvertido ahora en parador de Lerma en Burgos. Construido en 1617, antiguamente ocupaba el antiguo castillo medieval. Con cierta semejanza al monasterio del Escorial por sus características cuatro torres, antiguamente era un palacio real, que fue cedido al duque de Lerma por el rey Felipe III.
Lerma, es sin dudas un destino más que recomendable para aprovechar una escapada si viajas a Castilla León.
