Jessica Lange estudió Bellas Artes en la Universidad de Minnesota y sacrificó una beca para estudiar fotografía por su fructífera carrera como actriz; sus éxitos han demostrado que su decisión fue acertada, pero su pasión por la fotografía la ha acompañado a lo largo de su vida, se casó con un fotógrafo español, Francisco Grande y su cámara la ha acompañado siempre, incluso a los rodajes.
De las fotografías tomadas por Jessica Lange durante los últimos 20 años, han salido dos series, “Things I See” y “Mexico – On scene”, que conforman una exposición itinerante que desde el pasado año se ha mostrado en en Ciudad de México, en Oxaca y gracias a la colaboración entre la Howard Greenberg Gallery de Nueva York y diChroma Photography de Madrid, la exposición, con un número variable de imágenes ha podido verse en Avilés, en el Centro Niemeyer y en la Casa de América de Madrid. A partir del 30 de agosto y hasta el 4 de octubre podrán verse en la exposición que bajo el título «Jessica Lange. Suites, series y secuencias» se exhibirá al público vallisoletano en la Sala Municipal de Exposiciones San Benito.
La muestra recoge 134 imágenes, 22 de ellas inéditas y doce hojas de contactos pertenecientes a las dos series mencionadas, “Things I See” y “Mexico – On scene”. Las imágenes componen un diario de viaje de las experiencias de Jessica Lange por el mundo: Estados Unidos, Finlandia, Francia e Italia son algunos de los países que recorre, pero especialmente México, país por el que siente una pasión públicamente declarada. Sus fotos componen una visión casi cinematográfica, con secuencias completas que entre luz y sombra son el hilo narrativo de lo cotidiano y lo extraordinario; por ejemplo, muestra una secuencia de 30 fotografías que documentan un rito ancestral indio, tomadas en Chiapas.
Marga G.-Chas Ocaña
